¿Sientes que tu página web no refleja tu modo de ser y de trabajar? ¿No convences a tus nuevos clientes hasta que no te reúnes con ellos, te conocen y les explicas bien lo que ofreces y cómo vas a realizar el trabajo?

Si ese es tu caso, tienes un problema de branding.

Déjame que te cuente una historia con la que quizá te sientas identificado.

 

Antes, una breve historia

Aquella mañana Luis estaba eufórico. Acababa de salir de las oficinas de un nuevo cliente con el presupuesto ya aceptado. Y eso que al inicio de la reunión, la cosa no pintaba nada bien. Pero tras unos primeros minutos de fría corrección y palabrería comercial, Luis sacó su magia, explicó con pasión los beneficios de su producto, y evidenció su cercanía y compromiso en cada uno de sus trabajos.

Luis, ya echamos el otro día un vistazo a tu web porque nos hablaron bien de ti, pero hoy en esta reunión nos has sorprendido gratamente, y por eso hemos decidido encargarte el trabajo. — le confesó su cliente con una sonrisa, antes de apretar su mano y despedirse.

Pero… ¡alto! Un momento. ¿Cómo que vieron su web… pero que Luis les sorprendió? ¿Qué significa eso?

¿Acaso que la web no contenía toda la información que Luis les había transmitido luego en persona?

¿O más bien que el cliente, tras visitar la web, no encontró en ella todos esos valores, modo de trabajo y personalidad que Luis sí supo comunicar personalmente y que sirvieron para cerrar el acuerdo?

A ver, Luis es un excelente profesional, de eso no cabe duda. Pero tenía un problema de branding.

En realidad, tuvo suerte porque pudo reunirse con el cliente («porque nos hablaron bien de ti») y contarle de un mejor modo su valía y las bondades de su producto.

Pero ¿qué es el branding? ¿en serio es algo tan importante para pequeños negocios como el tuyo? 

 

Antes de nada… ¿qué es eso del branding?

Tu marca es lo que dice la gente de ti cuando no estás.

Es una frase que pronunció Jeff Bezos, fundador de Amazon, y que me encanta. El branding es, básicamente, el proceso de construcción de tu marca. Y tu marca es todo aquello que la identifica en el mercado.

Las pequeñas empresas tendemos a simplificar el concepto de marca reduciéndola al nombre y logotipo que empleamos para ofrecer nuestros productos o servicios. Sin embargo, la marca es mucho más que eso. También todo aquello que Luis se dejó en el tintero de su web. Todos tenemos nuestro modo de hablar, de expresarnos, de explicar nuestros productos, de entender el negocio y el modo en que nos relacionamos con nuestros clientes. Todos tenemos una experiencia, formación y talentos que nos hacen diferentes. Y estas diferencias son las que hacen diferentes a nuestros propios negocios y las que construyen la identidad de tu marca.

 

La marca es el alma de tu negocio, es lo que dicen de tí tus clientes cuando  Todos detallamos en nuestras páginas web qué servicios pueden solicitarnos y qué productos pueden comprarnos. Pero ¿qué hay de nosotros? ¿qué dice la web de nuestra alma como profesionales, de nuestra energía, de nuestra voz? No, no estoy hablando de esa sección de «Quiénes somos» que tanto tienen y que aburre hasta las palomas. Ese espíritu del que te hablo debe impregnar toda tu web, todas tus acciones comerciales en realidad. Porque tu negocio, y lo que

 

persuadido adecuadamente porque a través de ella Luis no conseguía comunicar adecuadamente sus valores, su modo de trabajo, su personalidad, o su profesionalidad, de la misma manera que lo lograba en persona?

 

O dicho de otro modo, ¿la web no supo mostrar

 

1 # Qué ofreces

Aqu

2 # A quién se lo ofreces (sé específico)

A

3 # Beneficio

A

4 # Cómo eres

A

5 # –

 

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